SILUVIO, embotellamos el paisaje heroico

 

Cada botella de Siluvio cuenta una historia única, tejida con los hilos de la tierra, el sol, la lluvia y el trabajo apasionado de quienes cuidan con esmero nuestros viñedos. En cada sorbo, se despliega un mosaico de sabores que son el fruto directo de la simbiosis entre el entorno y la destreza artesanal de nuestros viticultores. Nos enorgullece destacar la autenticidad de nuestras variedades autóctonas asturianas, rescatando del olvido y preservando en cada cepa la herencia vitivinícola única de esta región. Cada uva, cada racimo, es un tributo a la diversidad que nos distingue, creando vinos que son verdaderas expresiones de la identidad de Ibias.

El clima que acaricia nuestras vides, con su influencia atlántica, aporta una complejidad única a nuestros vinos. Las uvas, alimentadas por la frescura de la brisa y la riqueza del suelo, dan lugar a vinos equilibrados y llenos de carácter, que transportan a quien los degusta a los verdes valles, las montañas y las colinas que definen nuestro paisaje. Más allá de la calidad de nuestros vinos, Siluvio se enorgullece de ser un testigo y guardián de la tradición vitivinícola arraigada en la comunidad local. Cada botella es un tributo a la dedicación y el conocimiento transmitidos de generación en generación, honrando el legado de aquellos que, con sus manos y corazones, han labrado el camino para que podamos disfrutar de estos elixires únicos.

En Siluvio Bodegas y Viñedos, embotellamos no solo vinos excepcionales, sino también la historia, la pasión y la autenticidad de Ibias. Cada botella es un puente entre el pasado y el presente, entre la tierra y la copa, invitando a todos a sumergirse en la riqueza de nuestro terroir y a experimentar la magia que se esconde tras cada sorbo.