VISITA BODEGA NUMANTHIA EN TORO

El nombre de la finca procede de la historia de resiliencia y resistencia de la ciudad de Numancia, que resistió heroicamente la invasión de las tropas romanas durante casi un siglo. Una resiliencia que recuerda a la de los viñedos de Tinta de Toro de la bodega, algunos de los más antiguos del mundo, con edades que oscilan entre los 30 y los 200 años. Esculpidos por el tiempo, estos viñedos sin injertar sobrevivieron milagrosamente no sólo a la epidemia de filoxera que diezmó los viñedos europeos en el siglo XIX, sino también a décadas de extremos climáticos, soportando duros inviernos y veranos abrasadores.

Las viñas centenarias de Toro requieren un cuidado meticuloso, minucioso y muy personalizado. A lo largo de los años, estas vides han desarrollado una capacidad de equilibrio en todas las circunstancias, produciendo uvas de una calidad poco común. Sus rendimientos, entre los más bajos del mundo, son la garantía de una concentración aromática excepcional. La Tinta de Toro es extremadamente tánica, potente y difícil de manejar.

Algunas prácticas vitícolas ancestrales, como las técnicas de poda particulares de las viñas centenarias de la región, han sido transmitidas a la finca por las familias de viticultores locales, que han trabajado mano a mano con la Bodega Numanthia durante varias generaciones.

El respeto a este conocimiento, combinado con las manos expertas de los enólogos de Bodega Numanthia, revela la exquisitez y la elegancia de la Tinta de Toro y da forma a tres expresiones fundamentalmente diferentes: Termes, Numanthia y Termanthia.